Rasgos étnicos a lo occidental

Parecer europeo se ha convertido en un sueño para algunos inmigrantes. El canon de belleza occidental despierta pasiones entre este colectivo, por lo que, según estiman los expertos, cerca de 100 inmigrantes ha recurrido al bisturí para limar sus rasgos étnicos.

El furor por esta nueva moda demuestra que existe un rechazo por parte de los propios inmigrantes hacia sus rasgos aborígenes. Pero los sudamericanos se llevan la palma, sobre todo en la rinoplastia, que es la intervención reina. Ni siquiera les importa desembolsar entre 2.500 y 4.500 euros para conseguir una nariz más europea.

Este es el caso de Ángel, un ecuatoriano que vive en Madrid desde el año 2002. Como observamos en la imagen, su nariz ha cambiado notablemente, lo que ha hecho que su autoestima crezca. Parece, por tanto, que la cirugía estética hace milagros porque de la noche a la mañana puede cambiar el estado anímico de una persona. Aunque, eso sí, solo a aquellos individuos que identifiquen la belleza no natural con estar a gusto con uno mismo.

Además, hay algunas intervenciones como el implante de mentón para alargar rostros redondeados que se sitúan entre las más demandadas. Pero, entre sus anhelos, también destaca alcanzar unas facciones menos marcas, como es el caso de ecuatorianos, colombianos y centroamericanos. Occidentalizar los ojos a los asiáticos también es una intervención que está a la última.

En definitiva, se impone el todo vale para entrar en el trapo occidental, bien sea por codearse con europeos, por conseguir un mejor trabajo o por aumentar la autoestima. Lo que si queda claro es que la riqueza étnica mundial se borra del mapa para dar paso una sociedad de ‘iguales’ sin criterio y manipulable.