Cambia a sus gemelos por una liposucción

El dinero no es la vida. Para una "madre" belga una liposucción es prioritario al amor de sus hijos. Sonia Ringoir, una camarera de 31 años, quería cambiar a sus gemelos por una liposucción. Compraventa de niños se llama eso, pero aún más fuerte cuando se trata de tus propios hijos. Tu los has engembrado, los has visto nacer, y son sangre de tu sangre. Sin embargo, para ella eran solo mercancía.

Tienen precio, valen 10.000 euros y son equivalentes a una liposucción. Ella "anhelaba" esa operación pero detestaba a esas dos criaturas. Eran recién nacidos pero "servían" para ganar dinero. Esta mujer ha hecho del trueque su mejor arma, pero claro, es que no sabíamos que los bebés son "mercancía". A esta injusticia se le llama porquería y a su malhechora espectro.

No sabemos que hubiera ocurrido si no llega a ser por su ex marido, Marc Poppe, que habló con un reportero encubierto de una cadena de televisión holandesa. ¿Habría vendido a sus otros cinco hijos por una operación de pecho, una de nariz o un botox? Lo que le haría falta señora es una intervención en el seso, que parece que lo tiene afectado.

Para más inri en Bélgica no existe ninguna ley que castigue la venta de menores, por lo que esto supone solo un "trato degradante", que podría costarle entre un mes y cinco años de cárcel. Sus hijos seguirán bajo su techo y crecerán en las manos de una alimaña que estuvo a punto de venderlos.

¿Cómo se justificará ante sus hijos cuando estos crezcan? No sabemos que alegará como coartada, pero lo que si que aseguramos es que es una mujer sin escrúpulos. Una sabandija en el planeta que no entiende que "la moral es la regla de las costumbres".