martes, 16 de diciembre de 2008

Culo veo culo quiero

En ocasiones se cumple eso de culo veo, culo quiero. Aunque, a veces las personas se someten a un aumento de glúteos bien porque su pompis es como una tabula rasa o porque éste se ha caído con el paso de los años.

A todos los mortales les gusta que les echen un piropo, aunque este no debe rozar la grosería. Sin embargo, son muchos los que se acomplejan de su parte trasera, por lo que deciden entrar en quirófano para convertirla en un culete de lo más respingón.






Según hemos podido ver en este vídeo, la intervención se puede realizar a través de diversos procedimientos, con implantes de silicona o con inyección de grasa, una novedosa técnica que ofrece resultados más naturales. El primero es el procedimiento más convencional, que se realiza mediante la aplicación de implantes y la prótesis se sitúa debajo del glúteo mayor. La segunda técnica consiste en aspirar grasa de alguna parte del cuerpo, si quieren de donde más le sobre, de la cadera, la cintura o espalda para inyectarla luego en los glúteos.

Esta imagen habla por si sola. El antes nos muestra un culo plano y el después la perfección. Pueden escoger entre implante de silicona o inyección de grasa. Pero ya saben, la grasa propia le permite quitar de donde sobra e implantar de donde falta.
Quien renuncie a un culo plano, sandía, pera, mesa camilla, prieto, tanque o flan que pase por quirófano y se apunte al respingón. Sin embargo, recuerden que la hermosura está en los ojos de quien la mira.

1 comentario:

Neus Bellver y Mónica López dijo...

Chicasss! Habeis acertado! jeje

un besito*

MÓNICA